Cordero, pavo, turrón, mazapán, roscón... y sí, unos kilos de más en la báscula y unos centímetros de menos en tus vaqueros favoritos. ¿Te suena?
A mí, más que sonarme, me pesa. Iba a empezar la dieta el 7, pero claro, aún quedaba roscón. Después, el 11, pero, con este frío y esta nieve, quién se resiste a un guiso calentito. Pero de esta semana no pasa.
Ya lo he probado todo. Sirope de savia, batidos dietéticos, reeducación alimentaria, CLM (comer la mitad)... y ya estoy cansada de todo.
Hoy recibo en mi mail una novedad y creo que voy a probarla (todo sea por cumplir el eterno propósito de volver a mi peso de 2007): se trata de las dietas DAP (Dietas de Aporte Proteico). Reducen al mínimo indispensable el consumo de grasas e hidratos de carbono -responsables del aumento de peso- y mantienen la ingesta de proteínas de un alto valor biológico para conseguir una pérdida de peso eficaz, rápida y manteniendo la masa muscular del paciente y sin frustraciones. Y, al parecer, comiendo sustitutivos como las tortitas tan apetitosas de la foto...
Ya tengo cita en Instimed. Voy el miércoles. La consulta es gratuita y por informar no pierdo nada. Y ya os contaré si vuelvo a caber en mis vaqueros favoritos...
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